Dubrovsky utiliza Google Earth y bancos de imagenes satelitales para construir mapas tridimensionales. El paisaje abstracto de los hielos se presenta con pequeños relieves organizados sobre la huella matemática de una retícula concéntrica. A manera de plantas arquitectónicas, los delicados relieves se esparcen en el espacio vacío como pixeles expandidos traduciendo el minimalismo del paisaje deshabitado a través de un minimalismo del lenguaje. La fotografías del satélite funden la geografía del hielo y el glaciar con las alteraciones del registro (información/ interferencia /pixeleo) volviendo imperceptible el limite entre lo fotografiado y el medio digital. Las obras de esta serie recrean esas fotografías en imágenes sutiles y magnéticas. Afirman los habitantes de esas regiones que el blanco no es solo un color sino que esta compuesto por decenas de variaciones cromáticas, imperceptibles para quien no tiene la experiencia de esa luz impactando sobre el hielo. Estas obras nos llevan a un estado contemplativo y a imaginar esa experiencia.